lunes, 29 de octubre de 2007

Espero que el inicio de esta travesía les sea agradable y lleguemos a buen puerto en el mejor estado. Damas y caballeros nuestro barco comienza a surcar los mares de la ruta oriental de las Indias.

Dentro de la piratería son muy pocos los españoles que se han hecho famosos. Pero esto no significa que los españoles no hayan ejercido la piratería. Benito De Soto nació en La Coruña y tuvo una gran notoriedad debido a su peculiar personalidad.
De Soto y su Burla Negra asediaban a los barcos ingleses y españoles. Las tripulaciones y todos sus pasajeros acababan asesinadas o bien ahogadas. Muy pronto las autoridades se plantearon un convenio para viajar juntos desde Santa Elena y así huir de De Soto para que la Burla Negra no siguiera su sanguinario camino. El botín que acumuló el filibustero fue tan cuantioso que se decidió regresar a España para venderlo. De Soto atracó en La Coruña y se procuró unos papeles falsos, desde allí marchó hasta Cádiz para cumplir su objetivo. Sin embargo, los planes del filibustero se vieron trucados cuando se levantó un temporal y la Burla Negra fue arrastrada hasta las rocas. A pesar de todo, el capitán tramó una comedia para salvar la situación. La tripulación se presentó ante las autoridades gaditanas como si hubieran perdido a su capitán y fueran mercaderes. Justo antes de firmar un acuerdo donde vendían el resto de los trofeos, la tripulación comenzó a tener contradicciones y ante la detención de varios de ellos el capitán huyó hasta Gibraltar. De Soto se estableció en una posada, y con el dinero de la venta de los botines comenzó a marcar estilo en el lugar. Su vestimenta era muy lujosa, arrogante y muy extravagante. Fue la sirvienta de la posada quien rebuscando entre sus cosas vio las prendas de ropa de uno de los barcos a los que abordó y además, encontró un diario de su puño y letra donde contaba sus “aventuras”. Benito De Soto fue detenido por las autoridades y condenado a muerte. Ante las evidencias confesó sus crímenes. Piratas, corsarios y bucaneros de Álvaro Armero presenta las últimas horas del filibustero de la siguiente forma: “Cuando la procesión llegó al patíbulo pro la orilla del agua, el pirata subió al carro; pero hallando que la cuerda había sido colocada más alta que su cuello, hizo un esfuerzo y metió la cabeza en el lazo. Después, como viera que comenzaban a girar las ruedas, dirigiéndose al público gritó: “Adiós a todos, la función ha terminado”, y se precipitó hacia el vacío.”

miércoles, 24 de octubre de 2007

Piratas en el Jacaré

Espero que el inicio de esta travesía les sea agradable y lleguemos a buen puerto en el mejor estado. Damas y caballeros nuestro barco comienza a surcar los mares... del Caribe.
"Lo que en todo momento Sebastián consideró una simple frase hecha-"No pararé hasta verlo convertidos en carnada pra los tiburones"-, resultó ser una espantosa realidad, puesto que apenas les puso la mano encima el ahora irreconocible capitán Jack ordenó que los desertores fueran arrojados al agua atados a gruesos cabos y llevando encajados entre los muslos un par de anzuelos de gigantescas proporciones cuyas afiladísimas puntas les sobresalían a la altura del pene.
Con su propio cuchillo les rajó las piernas de modo que manara abundante sangre, y después de ordenar que el estilizado navío navegara muy lentamente, se sentó en popa a observar cómo sus aterrorizadas víctimas chapoteaban en el agua dejando un rojo rastro que no tardaría en atraer a los ansiosos escualos.
... De improvisto, un segundo escualo surgido de las profundidades se lanzó sobre la pierna izquierda de Nené, arrancándosela de cuajo a la altura del muslo, y como si ésa fuera la señal que esperaba, la priemra bestia se precipitó sobre la otra pierna.
... Pero lo pero aún estaba por venir.
Sin darle tiempo a morir desangrado, la más activa de las fieras se lanzó de nuevo sobre la, en apariencia, inofensiva presa, y fue entonces cuando se tragó por completo el anzuelo, de tal forma que quedó indefectiblemente unida a Nené Rousselot, con las gigantescas mandíbulas semicerradas sobre su estómago y su espalda, clavados los afilados dientes en una blanda carne que se abría y desgarraba a medida que se debatía en un inútil intento por liberarse del acero qeu se la había incrustado en el paladar."
Piratas, Alberto Vázquez- Figueroa (edición DEBolsillo, páginas 52-53).
Así es como se cobraba el capitán de un barco pirata una traición. Los castigos ejemplares dejaban al resto de la tripulación sin ganas de volver a traicionar al Capitán. A pesar de que esta escena sea un tanto desgradable... en el resto del libro no vuelve a aparecer una escena así de dura. Ir en contra de los dictámenes del Capitán no era una buena opción en un barco lleno de hombres dispuestos a matar por oro y joyas. El libro recoge una gran aventura. Un Capitán que deja paso a otro, y es en ese momento donde Sebastian Heredia continúa con la historia de un gran pirata, Jacaré Jack.
Pero lo cierto es que no son los piratas los únicos que asesinan por oro y joyas... pero si quieres saber más de esta historia:¡ debes leer el libro!

jueves, 18 de octubre de 2007

PIRATAS

Esta es mi segunda entrada en el blog... Espero que el inicio de esta travesía les sea agradable y lleguemos a buen puerto en el mejor estado. Damas y caballeros nuestro barco comienza a surcar los mares del mundo.
Hoy quiero rendir homenaje a un libro y a una persona. Piratas es una novela de Alberto Vázquez Figueroa. María es la persona que me regaló el libro y me abrió la puerta de entrada a otra aventura.
Piratas es una novela de aventuras. El personaje principal es Sebastián Heredia Matamoros y en contra de su deseo... acaba siendo el capitán de un barco pirata llamado Jacaré.
Este libro forma parte de mis libros de mesilla de noche desde hace un año y he podido llegar a releerlo numerosas veces.
Nada mejor para ilustrar el libro que dejar algunos párrafos de él en este blog.

martes, 9 de octubre de 2007

La mujer pirata

La historia de la mujer pirata ha sido reflejada en muchas ocasiones en la literatura o en el cine. Los sucesos reales se limitan a las cartas y sentencias de tribunales de ajusticiamiento. Esta primera entrada va dedicada a las mujeres que también se atrevieron a soñar con el mar y a luchar por su libertad.

Jack Rackham, uno de los piratas más sanguinarios e importantes de la historia del mar, disfrutó de la compañía de dos mujeres piratas en su barco. Mary Read y Anne Bonny son las únicas mujeres registradas dentro de los archivos de piratas. Con toda seguridad el colectivo femenino habrá tenido numerosas representaciones, sin embargo, solo ellas dos marcarán la historia de los piratas.