sábado, 29 de diciembre de 2007

El Código de los Piratas

Los piratas destacaban su libertad por encima de todo. Bueno, unos la libertad, otros el oro y otros las mujeres. Pero, ¿no se regían por ninguna ley? En la época de oro de la piratería existieron hasta cuatro códigos diferentes según se ha documentado. Estas normas regían desde su comportamiento en el barco hasta la repartición del tesoro.

Estos eran el código de Bartholomew Roberts, el de John Phillips, el de Edward Low y el de Henry Morgan.

Bartholomew Roberts era un corsario del que las crónicas cuentan que era muy humano a pesar de ser pirata, y que no dejó de ser pirata a pesar de ser tan humano. Saqueaba pero siempre dentro de un orden y por supuesto, guardando las formas de su caballerosidad. Piadoso y reprimido, condenaba el juego y las mujeres y lo más que se permitía como buen británico era tomarse el té de las cinco. Aunque nunca se atrevió a prohibir el ron en su tripulación, en este sentido fue muy tolerante. Además era un melómano empedernido.

El código de Roberts tenía 11 artículos de la cubierta, formando un código de conducta, escrito en 1721:
I. Todo hombre tiene voto en los asuntos del momento, tiene igual derecho a provisiones frescas o licores fuertes en cualquier instante tras su confiscación y pueden hacer uso de ellos a placer, excepto que la escasez haga necesario, por el bien de todos, su racionamiento.
II. Todo hombre será llamado equitativamente por turnos, según la lista, al reparto del botín (sobre y por encima su propia participación), se le permitirá cambiarse de ropa para la ocasión pero, si alguno defrauda a la compañía por valor de un dólar de plata, joyas o dinero, será abandonado a su suerte en el mar como castigo. Si el robo fuese entre miembros de la tripulación, esta se contentará con cortar las orejas y la nariz al culpable y lo desembarcará en tierra, no en lugar deshabitado pero si en algún sitio donde se de por sentado que encontrará adversidades.
III. Nadie jugará a las cartas o dados por dinero.
IV. Las luces y velas se apagarán a las 8 de la noche; si después de esa hora algún miembro de la tripulación se inclina a seguir bebiendo, puede hacerlo sobre cubierta.
V. Mantener sus armas, pistolas y sables limpios y listos para el servicio.
VI. No se permiten niños ni mujeres. Si cualquier hombre fuera encontrado seduciendo a cualquiera del sexo opuesto, y la llevase al mar, disfrazada, sufrirá la muerte.
VII. En batalla la deserción del barco o sus camarotes será castigada con la muerte o al abandono a su suerte en el mar.
VIII. No se permiten las peleas a bordo pero las disputas de cualquier hombre se resolverán en tierra, a espada y pistolas.
IX. Ningún hombre hablará de dejar su modo de vida hasta que haya aportado 1000 libras. Si para conseguirlo, perdiera una extremidad o quedara impedido para el servicio, se le darán 800 dólares extraídos del inventario común y por heridas menores, en proporción a su gravedad.
X. El capitán y su segundo recibirán dos partes del botín; el maestre, contramaestre y cañonero una parte y media y el resto de los oficiales una parte y un cuarto.
XI. Los músicos tendrán descanso el Sábado pero los otros 6 días y noches, ninguno a no ser por concesión extraordinaria.

sábado, 22 de diciembre de 2007

Tomar prestado un navío y el reparto de tripulación



Espero que el inicio de esta travesía les sea agradable y lleguemos a buen puerto en el mejor estado. Damas y caballeros nuestro barco comienza a surcar los mares... pero ¿qué tipo de barco es? ¿Cuál es nuestro objetivo? ¿Y nuestra tripulación?





Nuestro barco es un navío llamado "El Cazador". Este galeón es una muestra del poderío naval de esta compañía de piratas. La Confederación de Hermanos Patadepalo ha puesto en marcha una nueva aventura. Este galeón será la insignia de la Hermandad y velará por los intereses de la misma. Pero todo paso a paso.





Aunque antes de llevar a cabo esta nueva navegación, vamos a distribuir los puestos de nuestro navío.



- Capitán: comandante de un barco de guerra. Puesto asignado a la famosa Capitán Núñéz.

- Contramaestre: oficial de mar que dirige la marinería, bajo las órdenes del oficial de guerra. Puesto asignado al Señor Victor Hugo.

- Artillero: marinero destinado especialmente al servicio de la artillería de los buques. Puesto asignado a la Señora Esther Gabriella Troy.

- Maestro de armas: encargado de la puesta a punto de las armas del navío y de su reparación. Puesto asignado a la marinera Pastor.

- Cirujano o físico: persona que tiene conocimientos sobre enfermerdades y formas de curar. Puesto asignado a la Señora Estefanía de Núñez-Carmona y Ruíz.

- Carpintero: se encarga del mantenimiento físico de la propia embarcación debiendo taponar toda rotura del casco, timón mástil o cualquier elemento estructural relevante. Puesto asignado al marinero Emilio Carmona.

- Grumete: aquel que quiere aprender el oficio de marinero y ayuda a la tripulación con las tareas. Puesto asignado a

- Cocinero: persona que tiene por oficio guisar y aderezar los alimentos. Puesto asignado a la marinera Sivia Fernández.

Una vez que tenemos el barco y la tripulación... comienza la búsqueda de nuestro primer objetivo.
La Hermandad ha cedido al Capitán Núñez un mapa un tanto complejo. Por este motivo, el contramaestre le ayuda a decidir que ruta será la mejor para llegar a nuestro destino sanos y volver con el objetivo cumplido.
En otras entradas se explicará con más detalle la nueva aventura de El Cazador y de su tripulación.

lunes, 10 de diciembre de 2007

Espero que el inicio de esta travesía les sea agradable y lleguemos a buen puerto en el mejor estado. Damas y caballeros nuestro barco comienza a surcar los mares del diccionario específico de palabras que se usan a la hora de navegar. Esta es la continuación de la primera entrada de este pequeño diccionario del 8 de diciembre.

Fondeadero:
Lugar apto para fondear. También se lo llama tenedero.

Fondear:
Sinónimo de anclar.

Fondo:
Parte interior del casco.

Foque:
Vela de forma triangular que se iza en el triángulo de proa, con poca o ninguna superposición con la vela mayor.

Fortuna:
Todo arreglo de emergencia que se improvisa en navegación. Se habla así de timón de fortuna, aparejo de fortuna, ancla de fortuna, etc.

Fragata:
Barco con aparejo de tres o cuatro mástiles, con vergas y cofas en todas ellas.

Fraile:
Especie de bita de madera que se colocaba generalmente en la proa para amarrar.

Goleta:
Embarcación de dos mástiles aproximadamente de alturas iguales o mayor el de popa. Puede haber de tres mástiles.

Grillete:
Herraje en forma aproximadamente de "U" de múltiples aplicaciones a bordo.

Hembra:
Herraje que puede estar ubicado en el timón, en el codaste o en el espejo, donde encastran los machos del timón.

Lanzamiento:
Distancia que se prolongan los extremos de popa y proa por sobre la línea de flotación.

Latitud:
Angulo formado entre el paralelo de un lugar y el ecuador, medido en grados, minutos y fracción.

Levar:
Levantar el ancla de fondo.

Línea de flotación:
Es aquella que coincide con la superficie del agua cuando el barco flota en su calado de diseño separando la obra viva de la obra muerta.

Línea de posición: Es la sucesión de los posibles puntos de ubicación de un barco con respecto a un punto notable.

Machos:
Herrajes de timón que encastran en las hembras del mismo.

Nudo:
Medida de velocidad equivalente a una milla náutica por hora.

Orza:
Elemento de un barco pequeño que cumple funciones similares a las del quillote.

Orzar:
Maniobrar de tal manera que la proa se acerque a la dirección del viento.

Pabellón:
Es la bandera nacional.

Pairear, ponerse al pairo:
Disminuir la velocidad orzando y/o filando las velas.

Percha:
Todo palo que forma parte del aparejo de un barco.

Pluma:
Aparato que se utiliza para arriar e izar cargas, pesos e incluso barcos.

Popa:
Parte trasera de la embarcación.

Proa:
Parte delantera de la embarcación.

Quilla:
Elemento estructural que corre de proa a popa siendo el principal refuerzo longitudinal, en el cual descargan los demás. Equivale a la columna vertebral. En la quilla encastran las cuadernas, la roda y el codaste.

Rastrera:
Vela utilizada en los grandes veleros que se coloca casi a ras del agua.

Recalar:
Luego de una larga navegación, aproximarse a una costa para reconocerla y determinar la posición.

Rumbo:
Angulo formado entre la línea de crujía y el norte. Abertura producida en el casco por accidente.

Sobrequilla:
En los barcos de madera: pieza que se coloca por encima de la quilla, para reforzarla y facilitar la fijación de las tracas.

Socaire:
Abrigo, resguardo que proporciona una cosa.

Sotavento:
El lado contrario a donde sopla el viento, con respecto al observador.

Trinquete:
Denominación que se da al palo de proa cuando existen varios y a la vela que se iza en él.

Verga:
Percha en la cual se establece una vela cuadra.

Veril:
Borde de un canal.

Viento:
Cabo que se ata a una cosa, para sostenerla. Cabos con los que se hace firme la carpa.

Virar:
Cambiar de amura, cruzando la dirección del viento. Cuando se lo hace por proa se llama virar por avante. Cuando se lo hace por popa se lo llama virar por redondo.

sábado, 8 de diciembre de 2007

Espero que el inicio de esta travesía les sea agradable y lleguemos a buen puerto en el mejor estado. Damas y caballeros nuestro barco comienza a surcar los mares del diccionario específico de palabras que se usan a la hora de navegar.
Abatimiento:
Ángulo formado entre la derrota y la línea de crujía, debido a la acción del viento.
Abordar:
Llegar, tocar una embarcación con otra, embestirla.
Achicar:
Extraer el agua u otro líquido de la sentina o algún compartimiento, mediante achicadores, bombas o cualquier otro medio. También achicar el paño: reducir la superficie vélica tomando rizos.
Aleta:
Parte del barco, ubicada entre la popa y el través.
Amante:
Nombre genérico de todo cabo de gran resistencia firme por un extremo al penol de una percha y por el otro a un aparejo.
Aparejo:
Conjunto de palos, perchas y jarcia de un barco. También se denomina aparejo a un conjunto de motones y cabos que permiten multiplicar la fuerza.
Atracar:
Arrimarse con un barco a otro, a un muelle, o a una boya a los efectos de amarrarse, embarcar o desembarcar personas o cosas.
Babor:
Lado izquierdo del barco, visto de popa a proa.
Bañera:
Espacio del casco destinado a la tripulación, también llamado cockpit.
Barloventear:
Navegar de ceñida o bolina, es decir con el menor ángulo posible al viento.

Barlovento:
Lugar o parte desde donde sopla el viento con respecto al observador.
Bitácora:
Caja y soporte que contiene el compás magnético en barcos relativamente grandes y en buques.
Burdas:
Cables que corren desde el mástil hasta las aletas en forma similar al estay popel, con aparejos en sus extremos que permiten realizar ajustes para controlar la flexión del mástil.
Cabecear:
Uno de los movimientos del barco consistente en una elevación y descenso alternativos de la proa y la popa, debido a las olas de proa.

Cabeza:
Extremo superior de la caña del ancla, donde va el arganeo.
Cabo:
Cualquiera de las cuerdas que se utilizan a bordo. Accidente geográfico consistente en dos puntas que se intercala en el agua, determinando entre ellas una concavidad en la costa.
Calado:
Profundidad máxima a la que se sumerge la parte inferior del quillote, medida desde la línea de flotación.
Carta náutica:
Representación gráfica de una extensión de agua y la costa con indicación de todos los datos de interés al navegante. Equivale al mapa de uso terrestre.

Casco:
Armazón del barco que comprende la estructura, el forro y la cubierta pero no incluye la arboladura y las jarcias.

Cataviento:
Elemento utilizado para señalar la dirección del viento relativo.
Chicote:
Extremo de un cable, cabo o cadena.
Cuaderno de bitácora:
Libro en el cual se registra todos los datos necesarios para navegación por estima.
Cubierta:
Cierre superior del casco que se contribuye a la estanqueidad del mismo y que permite la existencia de un espacio habitable para la tripulación.
Deriva:
Angulo formado entre la derrota y el rumbo por el efecto de la corriente
Embarrancar:
Varar, clavándose el barco en el fondo.

Embestir:
Chocar contra otro barco, o contra la costa ("embestir continente").
Encallar:
Varar, clavarse en fondo duro o entre piedras.
Encapilladura:
Parte superior del mástil.
Entena:
Verga de la vela latina.

Envergar:
Colocar una vela en el mástil y en las perchas correspondientes.
Escandalosa:
Vela triangular que se iza entre el mástil y el pico de una vela cangreja.
Escarceo:
Especie de efervescencia en la superficie del agua, formando pequeñas olas, producidas por el encuentro de corrientes.

Escoben:
En los buques se denomina así al orificio practicado en la proa, por el cual salen las cadenas de las anclas y amarras.

Escollo:
Arrecife o peñasco semisumergido.
Escota:
Cabo que sirve para cazar una vela.
Eslora:
Longitud de la embarcación.

Espejo:
Parte plana o ligeramente curva de la popa.

Espia:
Nombre que se da a un cabo que se utiliza en un buque para maniobrarlo.
Estribor:
Lado derecho de la embarcación mirando de popa a proa.

lunes, 26 de noviembre de 2007



Espero que el inicio de esta travesía les sea agradable y lleguemos a buen puerto en el mejor estado. Damas y caballeros nuestro barco comienza a surcar los mares del mundo entero. Esta entrada está dedicada a la bandera pirata.
Por ejemplo, la de Calico Jack.

La bandera tradicional de los piratas de Europa y América recibe el nombre de Jolly Roger, con la imagen actual de una calavera cruzada por huesos sobre un campo negro.
El origen del nombre no está muy claro. Una de las teorías indica que procede del término francés “joli rouge” (rojo bonito), que los ingleses posteriormente corrompieron a “Jolly Roger”. Aunque es cierto que existíeron una serie de "banderas rojas" que fueron tan temidas, o más, que las "banderas negras", esta explicación parece improbable por tres motivos. En primer lugar, el primer nombre conocido de de la bandera negra fue “Old Roger”, apareciendo “Jolly” después. En segundo lugar, la bandera roja no fue copiada de los franceses, por lo que parece razonable que tampoco lo fuera la bandera negra. En tercer y último lugar, no existe evidencia alguna de que el término “Jolly Rouge” fuera empleado alguna vez para hacer referencia a ningún tipo de bandera.
El origen de las banderas rojas puede estar en las que usaban los corsarios ingleses por orden del Almirantazgo en 1664, la red jack. Cuando la Guerra de Sucesión Española acabó en 1714, muchos de los corsarios se conviertieron en piratas y algunos de ellos retuvieron la bandera roja, simbolizando la sangre. No importa cuanto temían los marineros el color negro de los piratas, todos esperaban no encontrarse con la joli rouge. La bandera roja declaraba descaradamente las intenciones de los piratas: No se perdonará una vida, no se harán preguntas.
El término se siguió usando para la bandera negra con una calavera y huesos que apareció sobre el 1700.
Hay otra teoría, también partiendo del término “joli rouge”. Aparentemente, una orden católica de monjes guerreros, conocidos como los Pobres Soldados de Cristo y el Templo de Salomon, fueron los primeros en usar la bandera roja. El vínculo entre los monjes y los piratas se constata por el hecho de que los Templarios pelearon por su causa en el mar, convirtiéndose en piratas. En combate, muchos mercantes eran sorprendidos cuando un barco rápido cambiaba una bandera nacional aliada por la portentosa Jolly Roger, que era el efecto que se quería causar.
Otra teoría propone que el líder de un grupo de piratas asiáticos fue nombrado Ali Raja, “Rey del Mar”, los piratas ingleses se apropiaron y corrompieron el término. Una teoría que va más allá indica que el nombre podría provenir de la palabra inglesa “roger”, significando vagabundo errante: “Old Roger” era un apelativo del Diablo.

Los piratas alzaban la bandera para que sus víctimas supieran de su presencia. Se puede pensar que esta advertencia supondría un aspecto en contra de los propios piratas, sin embargo, hacía las veces de la propaganda de guerra. La bandera indicaba la muerte inmedita y sin remedio del otro barco. Lo que más tarde se conocería como guerra psicológica. La aparición de Jolli Roger indicaba muerte sin escrúpulos, el miedo se apoderaba del cuerpo y más tarde de la mente.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Espero que el inicio de esta travesía les sea agradable y lleguemos a buen puerto en el mejor estado. Damas y caballeros nuestro barco comienza a surcar los mares compuestos de los versos y las perfectas rimas.

Con diez cañones por banda,viento en popa, a toda vela,no corta el mar, sino vuelaun velero bergantín.Bajel pirata que llaman,por su bravura, El Temido,en todo mar conocidodel uno al otro confín.
La luna en el mar rielaen la lona gime el viento,y alza en blando movimientoolas de plata y azul;y va el capitán pirata,cantando alegre en la popa,Asia a un lado, al otro Europa,y allá a su frente Istambul:
Navega, velero míosin temor,que ni enemigo navíoni tormenta, ni bonanzatu rumbo a torcer alcanza,ni a sujetar tu valor.
Veinte presashemos hechoa despechodel inglésy han rendidosus pendonescien nacionesa mis pies.
Que es mi barco mi tesoro,que es mi dios la libertad,mi ley, la fuerza y el viento,mi única patria, la mar.
Allá; muevan feroz guerraciegos reyespor un palmo más de tierra;que yo aquí; tengo por míocuanto abarca el mar bravío,a quien nadie impuso leyes.
Y no hay playa,sea cualquiera,ni banderade esplendor,que no sientami derechoy dé pechos mi valor.
Que es mi barco mi tesoro,que es mi dios la libertad,mi ley, la fuerza y el viento,mi única patria, la mar.
A la voz de "¡barco viene!"es de vercómo vira y se previenea todo trapo a escapar;que yo soy el rey del mar,y mi furia es de temer.
En las presasyo dividolo cogidopor igual;sólo quieropor riquezala bellezasin rival.
Que es mi barco mi tesoro,que es mi dios la libertad,mi ley, la fuerza y el viento,mi única patria, la mar.
¡Sentenciado estoy a muerte!Yo me ríono me abandone la suerte,y al mismo que me condena,colgaré de alguna antena,quizá; en su propio navíoY si caigo,¿qué es la vida?Por perdidaya la di,cuando el yugodel esclavo,como un bravo,sacudí.
Que es mi barco mi tesoro,que es mi dios la libertad,mi ley, la fuerza y el viento,mi única patria, la mar.
Son mi música mejoraquilones,el estrépito y temblorde los cables sacudidos,del negro mar los bramidosy el rugir de mis cañones.
Y del truenoal son violento,y del vientoal rebramar,yo me duermososegado,arrulladopor el mar.
Que es mi barco mi tesoro,que es mi dios la libertad,mi ley, la fuerza y el viento,mi única patria, la mar.

Canción del Pirata, José de Espronceda

domingo, 18 de noviembre de 2007

HEROÍNA DE LOS DOS MUNDOS

Espero que el inicio de esta travesía les sea agradable y lleguemos a buen puerto en el mejor estado. Damas y caballeros nuestro barco comienza a surcar los mares caribeños.


Ana María de Garibaldi es conocida como la Heroína de los dos mundos.

Ella nació en 1821 en Morrinhos, un suburbio de la ciudad de Laguna en el actual Brasil. Sus padres fueron criollos descendientes de inmigrantes de las Azores. Vivían de la ganadería. Desde pequeña, Ana destacaba por su inteligencia y su carácter nada parecido a la del resto de las mujeres. También tuvo que soportar la muerte de sus hermanos y su padre en un corto espacio de tiempo. A los quince años tuvo que casarse con un zapatero por la insistencia de su madre. Pero el matrimonio no duró mucho debido a que no hubo hijos y Ana sufrió maltratos.

Un día de paseo por el puerto de Laguna, Anita se enamoró de Giuseppe Garibaldi, un capitán al servicio de la República Riograndense que conquitó la ciudad para su país en el año 1837. Esto ocurrió durante la Guerra de los Farrapos o también conocida como "Guerra de los harapos".

Ella quedó prendada de los ideales democráticos y liberales de Garibaldi. Le pidió que le enseñara a luchar con la espada y a disparar como un auténtico soldado.


Anita acompañó a Garibaldi en sus combates en Santa Catalina y Rio Grande. En la Batalla de Curirtibanos, ocurrida en la selva, Garibaldi quedó descolgado del frente perdiendo a Anita, la cual fue capturada por los brasileños. En su cautiverio sus guardianes le dijeron que Garibaldi había muerto, lo que Anita lamentó mucho tanto por su amado como por el hijo que esperaban al que Garibaldi no iba a poder ver, ya que ella estaba embarazada. Anita pidió buscar a Garibaldi entre los fallecidos en la batalla sin encontrarlo, lo cual dio esperanzas a Anita, que al rato se acercó a un caballo del campamento, se montó en él y escapó al galope; los brasileños la persiguieron a la orden de su superior de viva o muerta disparándole y matando a su caballo. Anita se encontró entonces con el río Canoas al cual se tiró vadeándolo de forma milagrosa. Los brasileños pensaron que no sobreviviría y la dieron por muerta. Ella estuvo cuatro días vagando sin comer ni beber por la inmensidad de la selva, hasta que se encontró a un grupo de aborígenes que le ofrecieron un poco de café. Finalmente, pudo contactar con los rebeldes y se reencontró con Garibaldi en la ciudad de Vacaria.

A los pocos meses nació el primer hijo de la pareja, llamado Menotti, el cual nació con una deformidad en el cráneo debida al golpe que Anita se dio cuando cayó de su caballo en la huida del campamento brasileño. Menotti se volvió también un luchador por la libetad y acompañó a su padre en sus campañas de Italia. Ana y Garibaldi tuvieron tres hijos más, Rosita, Teresita y Ricciotti. Las historias de aquella época hablan de la pasión que vivían estos enamorados a pesar de que Garibaldi era muy mujeriego.

Durante un tiempo se dedicó a la venta de ganado y se retiró de la guerra, pero la revolución llamó a la puerta y el matrimonio participó de nuevo en la defensa y conquista de tierras. En esta nueva guerra Anita ideó el diseño del uniforme de los soldados de la Legión Italiana, que se componí de una camisa roja que les distinguía de los demás.

Anita y Garibaldi se casaron en marzo de 1842 en la parroquia de San Bernardino. Tres años más tarde ocurrió un terrible hecho para la pareja ya que su hija Rosita murió a causa de una infección en la garganta, dejando consternada a Anita.

Después el matrimonio se fue a Italia como embajadores donde lidiaron una nueva batalla, esta vez contra Austria por su independencia. Durante esta guerra se proclamó la República Romana, defendida de los napolitanos y franceses por Garibaldi y Anita, a pesar de que ésta estaba embarazada de su quinto hijo. La república fue derrotada y Garibaldi tuvo que huir con su familia. Durane la huída Anita enfermó de fiebre tifoidea y murió el 4 de agosto de 1849 en las cercanías de Rávena.

Las crónicas cuentan que a pesar de la muerte de su amada, Garibaldi se casó dos veces más aunque nunca olvidó a la valiente Ana.


viernes, 9 de noviembre de 2007

¡Qué viene Drake!

Espero que el inicio de esta travesía les sea agradable y lleguemos a buen puerto en el mejor estado. Damas y caballeros nuestro barco comienza a surcar los mares españoles.



Sir Francis Drake nació en Inglaterra en el año 1543. Según las crónicas de la época fue un comerciante de esclavos, un saqueador, un pirata,... e incluso llegó a ser vicealmirante de la Royal Navy donde era considerado un héroe.



La familia de Francis Drake eran granjeros protestantes. A los 13 años se embarcó en un cargero y tan sólo diez años después ya era capitán. Más adelante, realizó la primera expedición inglesa para comerciar con esclavos en el Nuevo Mundo junto con su primo John Hawkins.


Tras el desastre de San Juan de Ulúa de 1568, España e Inglaterra rompieron la "tregua" y comenzaron una serie de incidentes cada vez más violentos que enfrentaron aún más a las dos potencias. Drake fue víctima de uno de esos ataques por parte de los españoles en Nueva España, parte de territorios que hoy son de México, y nunca les llegó a perdonar por la verguenza que supuso la derrota que sufrieron.

A partir de este hecho, Drake se dedicó a asaltar las costas de Chile y consiguió un gran botín. Cuando decidió volver a Inglaterra en el año 1573 toda su tripulación ya era rica. Así, pasó de pirata a corsario cuando la Reina Isabel decidió financiar sus expediciones como ya lo hacía con otros capitanes de barco. Dentro de las numerosas rutas que realizó, Drake también es conocido como el primer inglés que cruzó el estrecho de Magallanes y el que dio la vuelta al mundo ya en 1580. Este corsario aprovechó todos sus viajes para su propia propaganda. Presumía de viajar allí donde nadie había estado y de haber llegado a lugares perdidos.
Otro relato que cuentan las crónicas del siglo XVI es su enfrentamiento con el joven noble Jorge Blunt. Este muchacho prodecía de la familia irlandesa de creencias religiosas. Blunt era parte de la tripulación del Golden Hind pero no estaba de acuerdo con las políticas salvajes que adoptaba su capitán. La vez que Francis Drake estuvo más cerca de su muerte tuvo que ver con este joven idelaista. Como muchos hombres de este siglo, Blunt pretendía ver mundo, conquistar tierras nuevas y vivir auténticas aventuras; sin embargo, atacar a las poblaciones y barcos indefensos no estaba entre sus sueños. La gota que colmó el vaso tuvo que ver con una mujer. Drake secuestró a una joven negra de una fortaleza y la encerró en el barco. Ante la situación, Blunt insultó al capitán en presencia de todos y protestó por lo que él consideraba un deshonor. La respuesta de Drake vino en forma de 5o latigazos que destrozaron la espalda del joven pero alimentaron su venganza. Varias semanas más tarde Blunt pidió su derecho a un desafío con espadas para cuando llegaran a tierra. El corsario que nunca se había visto en semejante tesitura decidió no arriesgar su vida y con la ayuda de parte de la tripulación tiró por la borda a la joven negra, a Jorge Blunt y a aquellos que habían manifestado su simpatía por él.
Lo cierto es que después de tantas aventuras Francis Drake decidió dejar Las Antillas y volver a Europa. El 4 de noviembre de 1580 llegó a Inglaterra donde fue recibido por la reina Isabel y le nombró almirante del reino. Cinco años después no pudo contener sus deseos de sangre y riquezas, y se hizo a la mar con el objetivo de España en la mente. Vestido como un militar de grandes galones, Drake seguía siendo un corsario engreído y vividor. Pasó por las Canarias arrasando con todo lo que veía y volvió a Cuba, Cartagena de Indias, Cabo Verde, Nueva Granada, ... Y volvió a Inglaterra esta vez cargado de tabaco, artillería y con muchos miles de ducados. Todos estos expolios fueron ocultados a la corona de España y a la corte a través de la celebración del nacimiento de la infanta Catalina, duquesa de Saboya. Con todos estos terrenos heridos por la mano de la reina Isabel, las rivalidades entre la soberana y Felipe II se torcieron más. Felipe II mandó la construcción de una armada lo sufientemente grande como para atacar Inglaterra y coronarla como un territorio español; sin embargo, el soberano no tuvo suerte y un temporal destrozó lo que se le había denominado como la Invencible. La reina de Inglaterra se enteró de los planes españoles a través del propio Drake y permitió que éste iniciara una serie de asaltos a las costas españolas:
- Cádiz fue atacada en 1587 y se destruyeron más de 30 barcos.
- La Coruña fue atacada en 1589 pero aquí no tuvo tanta suerte pues una mujer noble, María Pita, formó un ejército que resistió los ataques de Drake y éste volvió a Inglaterra sin nada de lo ansiado.
- Vigo y las costas portuguesas fueron atacadas y como resultado Drake se llevó como tesoro la muerte de 11.000 de sus hombres.
- ...
El corsario atacó, masacró y arrasó numerosas ciudades y puertos hasta el final de su vida. De hecho, la muerte del malvado Francis Drake también supuso un enfrentamiento entre ingleses y españoles. Autores como Álvaro Armero defienden la versión inglesa, la cual cuenta que el corsario fue víctima de fiebres y de la melancolía provocada por lo que sería la última derrota que sufrió en Puerto Rico. Otros estudiosos de la época confirman que esta historia es totalmente incorrecta. La versión española es que Francis Drake decidió provar suerte otra vez con poblaciones totalmente desprotegidas, y que se enfrentó entonces a Méndez de Cancio, un almirante asturiano, que consiguió matar con su propia espada al corsario más temido del siglo XVI.




lunes, 29 de octubre de 2007

Espero que el inicio de esta travesía les sea agradable y lleguemos a buen puerto en el mejor estado. Damas y caballeros nuestro barco comienza a surcar los mares de la ruta oriental de las Indias.

Dentro de la piratería son muy pocos los españoles que se han hecho famosos. Pero esto no significa que los españoles no hayan ejercido la piratería. Benito De Soto nació en La Coruña y tuvo una gran notoriedad debido a su peculiar personalidad.
De Soto y su Burla Negra asediaban a los barcos ingleses y españoles. Las tripulaciones y todos sus pasajeros acababan asesinadas o bien ahogadas. Muy pronto las autoridades se plantearon un convenio para viajar juntos desde Santa Elena y así huir de De Soto para que la Burla Negra no siguiera su sanguinario camino. El botín que acumuló el filibustero fue tan cuantioso que se decidió regresar a España para venderlo. De Soto atracó en La Coruña y se procuró unos papeles falsos, desde allí marchó hasta Cádiz para cumplir su objetivo. Sin embargo, los planes del filibustero se vieron trucados cuando se levantó un temporal y la Burla Negra fue arrastrada hasta las rocas. A pesar de todo, el capitán tramó una comedia para salvar la situación. La tripulación se presentó ante las autoridades gaditanas como si hubieran perdido a su capitán y fueran mercaderes. Justo antes de firmar un acuerdo donde vendían el resto de los trofeos, la tripulación comenzó a tener contradicciones y ante la detención de varios de ellos el capitán huyó hasta Gibraltar. De Soto se estableció en una posada, y con el dinero de la venta de los botines comenzó a marcar estilo en el lugar. Su vestimenta era muy lujosa, arrogante y muy extravagante. Fue la sirvienta de la posada quien rebuscando entre sus cosas vio las prendas de ropa de uno de los barcos a los que abordó y además, encontró un diario de su puño y letra donde contaba sus “aventuras”. Benito De Soto fue detenido por las autoridades y condenado a muerte. Ante las evidencias confesó sus crímenes. Piratas, corsarios y bucaneros de Álvaro Armero presenta las últimas horas del filibustero de la siguiente forma: “Cuando la procesión llegó al patíbulo pro la orilla del agua, el pirata subió al carro; pero hallando que la cuerda había sido colocada más alta que su cuello, hizo un esfuerzo y metió la cabeza en el lazo. Después, como viera que comenzaban a girar las ruedas, dirigiéndose al público gritó: “Adiós a todos, la función ha terminado”, y se precipitó hacia el vacío.”

miércoles, 24 de octubre de 2007

Piratas en el Jacaré

Espero que el inicio de esta travesía les sea agradable y lleguemos a buen puerto en el mejor estado. Damas y caballeros nuestro barco comienza a surcar los mares... del Caribe.
"Lo que en todo momento Sebastián consideró una simple frase hecha-"No pararé hasta verlo convertidos en carnada pra los tiburones"-, resultó ser una espantosa realidad, puesto que apenas les puso la mano encima el ahora irreconocible capitán Jack ordenó que los desertores fueran arrojados al agua atados a gruesos cabos y llevando encajados entre los muslos un par de anzuelos de gigantescas proporciones cuyas afiladísimas puntas les sobresalían a la altura del pene.
Con su propio cuchillo les rajó las piernas de modo que manara abundante sangre, y después de ordenar que el estilizado navío navegara muy lentamente, se sentó en popa a observar cómo sus aterrorizadas víctimas chapoteaban en el agua dejando un rojo rastro que no tardaría en atraer a los ansiosos escualos.
... De improvisto, un segundo escualo surgido de las profundidades se lanzó sobre la pierna izquierda de Nené, arrancándosela de cuajo a la altura del muslo, y como si ésa fuera la señal que esperaba, la priemra bestia se precipitó sobre la otra pierna.
... Pero lo pero aún estaba por venir.
Sin darle tiempo a morir desangrado, la más activa de las fieras se lanzó de nuevo sobre la, en apariencia, inofensiva presa, y fue entonces cuando se tragó por completo el anzuelo, de tal forma que quedó indefectiblemente unida a Nené Rousselot, con las gigantescas mandíbulas semicerradas sobre su estómago y su espalda, clavados los afilados dientes en una blanda carne que se abría y desgarraba a medida que se debatía en un inútil intento por liberarse del acero qeu se la había incrustado en el paladar."
Piratas, Alberto Vázquez- Figueroa (edición DEBolsillo, páginas 52-53).
Así es como se cobraba el capitán de un barco pirata una traición. Los castigos ejemplares dejaban al resto de la tripulación sin ganas de volver a traicionar al Capitán. A pesar de que esta escena sea un tanto desgradable... en el resto del libro no vuelve a aparecer una escena así de dura. Ir en contra de los dictámenes del Capitán no era una buena opción en un barco lleno de hombres dispuestos a matar por oro y joyas. El libro recoge una gran aventura. Un Capitán que deja paso a otro, y es en ese momento donde Sebastian Heredia continúa con la historia de un gran pirata, Jacaré Jack.
Pero lo cierto es que no son los piratas los únicos que asesinan por oro y joyas... pero si quieres saber más de esta historia:¡ debes leer el libro!

jueves, 18 de octubre de 2007

PIRATAS

Esta es mi segunda entrada en el blog... Espero que el inicio de esta travesía les sea agradable y lleguemos a buen puerto en el mejor estado. Damas y caballeros nuestro barco comienza a surcar los mares del mundo.
Hoy quiero rendir homenaje a un libro y a una persona. Piratas es una novela de Alberto Vázquez Figueroa. María es la persona que me regaló el libro y me abrió la puerta de entrada a otra aventura.
Piratas es una novela de aventuras. El personaje principal es Sebastián Heredia Matamoros y en contra de su deseo... acaba siendo el capitán de un barco pirata llamado Jacaré.
Este libro forma parte de mis libros de mesilla de noche desde hace un año y he podido llegar a releerlo numerosas veces.
Nada mejor para ilustrar el libro que dejar algunos párrafos de él en este blog.

martes, 9 de octubre de 2007

La mujer pirata

La historia de la mujer pirata ha sido reflejada en muchas ocasiones en la literatura o en el cine. Los sucesos reales se limitan a las cartas y sentencias de tribunales de ajusticiamiento. Esta primera entrada va dedicada a las mujeres que también se atrevieron a soñar con el mar y a luchar por su libertad.

Jack Rackham, uno de los piratas más sanguinarios e importantes de la historia del mar, disfrutó de la compañía de dos mujeres piratas en su barco. Mary Read y Anne Bonny son las únicas mujeres registradas dentro de los archivos de piratas. Con toda seguridad el colectivo femenino habrá tenido numerosas representaciones, sin embargo, solo ellas dos marcarán la historia de los piratas.